La Organización de las Naciones Unidas proclamó en 1966, el Día Internacional de Lucha contra la Discriminación Racial y desde entonces cada 21 de Marzo se celebra esta fecha, en una coyuntura social enmarcada en la lucha a favor de los derechos civiles siendo uno de ellos, la abolición de la discriminación racial.
Han transcurrido 44 años y en las actuales circunstancias todos nos encontramos comprometidos en la necesidad de reflexionar cómo se puede erradicar esta subjetividad en nuestro país, especialmente en una realidad tan complicada como la nuestra, donde los peruanos muchas veces manejamos mensajes tan contradictorios sobre el tema racial.
Debemos entender por racismo como todos aquellos actos, actitudes, conductas, que tenga por objeto la distinción, exclusión o restricción a que toda persona se desarrolle en condiciones de igualdad consagrados por la Constitución y los Derechos Humanos.
La discriminación racial es un problema que nos aqueja a todos, y está en nosotros mismos ponerle término final, pues el racismo es una actitud aprendida, nadie nace siendo racista.
Vivimos en un país pluricultural y es alarmante que en la realidad se compruebe que las poblaciones más vulnerables en nuestro país sean las nativas.
El año pasado nuestro país presentó un informe Periódico Consolidado, ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) a raíz de ello, el CERD realizó diversas observaciones al Perú, dando a conocer las falencias y observaciones referidas a temas pendientes vinculados a las comunidades indígenas –consideradas comunidades en riesgo–.
En estas observaciones se resalta la preocupación de impulsar leyes y políticas públicas que promuevan la integración de estás comunidades, y les permitan tomar decisiones en lo referente a explotación de recursos naturales en sus ámbitos territoriales, así como mecanismos de preservación de lenguas originarias, entre otras.
Es necesario tomar en cuenta las observaciones realizadas por este comité e implementarlas lo antes posible, ya que no se puede esperar más tiempo debido a la condición de vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades. Además, es un deber del estado brindar protección y herramientas necesarias para terminar con esta vulneración de derechos.
Por otro lado, una de las últimas recomendaciones que propone el CERD es:
“Promover un proceso participativo e incluyente para llegar a determinar cuál es la visión de Nación que mejor representa a la diversidad étnica y cultural de un país tan rico como el Perú, ya que dicha visión puede orientar el camino del país en sus políticas públicas y proyectos de desarrollo.”
Consideramos que esta recomendación es importante, ya que nuestra sociedad está marcada por el subjetivismo y parte de esta visión es construida por los medios de comunicación con sus programas, comerciales que para muchos sectores de la sociedad son referentes.
Un ejemplo claro de esta situación, son los programas comicos de los canales de television. En estos programas “cómicos” se degrada la imagen de personas que provienen de los andes del país . Por ello resulta indignante leer comentarios de personas que lo consideran gracioso y tildan de extremistas y puritanos a los que critican la emision de esos programas, ya que, para muchos cumple con fines humorísticos y no debe ser tomado en serio. ¿Humor?, ¿pero de que humor se habla? ¿ a costa del mofo de esas personas ?
Los programas de televisión son espejos de nuestra realidad y en este caso el racismo es defendido abiertamente y trata de ser solapado bajo la etiqueta de humor. No podemos minimizar el impacto de estos programas que son seguidos por muchas personas en el país.
Consideramos que nuestro país aún está lejos de solucionar los problemas relacionados a la exclusión y racismo, pero debemos resaltar que se vienen logrando mejoras con la creación de mesas de diálogo para discutir políticas públicas, leyes contra la discriminación , ordenanzas de gobiernos regionales y locales que prohíben la discriminación, y cada vez más sectores de la sociedad civil logran tomar conciencia y convertirse en protagonistas de la lucha contra la discriminación (participando en marchas, manifestaciones, elaboración de proyectos de ley, entre otros). A diferencia de épocas anteriores, hoy se puede ver una iniciativa por cambiar la situación.
El Gobierno tiene, en todo esto, un papel fundamental a la hora de promover políticas de tolerancia, empezando por el ámbito educativo y por el sector público, como ha sucedido en otros países, y por supuesto con el compromiso del sector privado.
El Perú no puede ser ajeno a este problema. Como Estado integrante de la ONU debe presentar informes periódicos sobre la manera en que se protegen y avanzan estos derechos. Los medios de comunicación juegan un rol fundamental para desaparecer prejuicios y estereotipos y contribuir al fortalecimiento de la Identidad Nacional.
Por lo que el Estado Peruano tiene la obligación de desarrollar una política global contra el racismo desde el ámbito educacional por lo tanto pedagógico y que sancione efectivamente a quien transgreda . El sector privado tiene la responsabilidad social de diseñar políticas privadas que promuevan la diversidad étnico racial.
Y es deber de la población en general, de todas las creencias, colores, orígenes, la responsabilidad de asumir una conducta autocrítica, reconociendo que nuestras relaciones como sociedad tienen que asumir conductas reflexivas de respeto mutuo para coadyuvar con el fortalecimiento de nuestra Identidad Nacional y por ende con el desarrollo de nuestro país.
Han transcurrido 44 años y en las actuales circunstancias todos nos encontramos comprometidos en la necesidad de reflexionar cómo se puede erradicar esta subjetividad en nuestro país, especialmente en una realidad tan complicada como la nuestra, donde los peruanos muchas veces manejamos mensajes tan contradictorios sobre el tema racial.
Debemos entender por racismo como todos aquellos actos, actitudes, conductas, que tenga por objeto la distinción, exclusión o restricción a que toda persona se desarrolle en condiciones de igualdad consagrados por la Constitución y los Derechos Humanos.
La discriminación racial es un problema que nos aqueja a todos, y está en nosotros mismos ponerle término final, pues el racismo es una actitud aprendida, nadie nace siendo racista.
Vivimos en un país pluricultural y es alarmante que en la realidad se compruebe que las poblaciones más vulnerables en nuestro país sean las nativas.
El año pasado nuestro país presentó un informe Periódico Consolidado, ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) a raíz de ello, el CERD realizó diversas observaciones al Perú, dando a conocer las falencias y observaciones referidas a temas pendientes vinculados a las comunidades indígenas –consideradas comunidades en riesgo–.
En estas observaciones se resalta la preocupación de impulsar leyes y políticas públicas que promuevan la integración de estás comunidades, y les permitan tomar decisiones en lo referente a explotación de recursos naturales en sus ámbitos territoriales, así como mecanismos de preservación de lenguas originarias, entre otras.
Es necesario tomar en cuenta las observaciones realizadas por este comité e implementarlas lo antes posible, ya que no se puede esperar más tiempo debido a la condición de vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades. Además, es un deber del estado brindar protección y herramientas necesarias para terminar con esta vulneración de derechos.
Por otro lado, una de las últimas recomendaciones que propone el CERD es:
“Promover un proceso participativo e incluyente para llegar a determinar cuál es la visión de Nación que mejor representa a la diversidad étnica y cultural de un país tan rico como el Perú, ya que dicha visión puede orientar el camino del país en sus políticas públicas y proyectos de desarrollo.”
Consideramos que esta recomendación es importante, ya que nuestra sociedad está marcada por el subjetivismo y parte de esta visión es construida por los medios de comunicación con sus programas, comerciales que para muchos sectores de la sociedad son referentes.
Un ejemplo claro de esta situación, son los programas comicos de los canales de television. En estos programas “cómicos” se degrada la imagen de personas que provienen de los andes del país . Por ello resulta indignante leer comentarios de personas que lo consideran gracioso y tildan de extremistas y puritanos a los que critican la emision de esos programas, ya que, para muchos cumple con fines humorísticos y no debe ser tomado en serio. ¿Humor?, ¿pero de que humor se habla? ¿ a costa del mofo de esas personas ?
Los programas de televisión son espejos de nuestra realidad y en este caso el racismo es defendido abiertamente y trata de ser solapado bajo la etiqueta de humor. No podemos minimizar el impacto de estos programas que son seguidos por muchas personas en el país.
Consideramos que nuestro país aún está lejos de solucionar los problemas relacionados a la exclusión y racismo, pero debemos resaltar que se vienen logrando mejoras con la creación de mesas de diálogo para discutir políticas públicas, leyes contra la discriminación , ordenanzas de gobiernos regionales y locales que prohíben la discriminación, y cada vez más sectores de la sociedad civil logran tomar conciencia y convertirse en protagonistas de la lucha contra la discriminación (participando en marchas, manifestaciones, elaboración de proyectos de ley, entre otros). A diferencia de épocas anteriores, hoy se puede ver una iniciativa por cambiar la situación.
El Gobierno tiene, en todo esto, un papel fundamental a la hora de promover políticas de tolerancia, empezando por el ámbito educativo y por el sector público, como ha sucedido en otros países, y por supuesto con el compromiso del sector privado.
El Perú no puede ser ajeno a este problema. Como Estado integrante de la ONU debe presentar informes periódicos sobre la manera en que se protegen y avanzan estos derechos. Los medios de comunicación juegan un rol fundamental para desaparecer prejuicios y estereotipos y contribuir al fortalecimiento de la Identidad Nacional.
Por lo que el Estado Peruano tiene la obligación de desarrollar una política global contra el racismo desde el ámbito educacional por lo tanto pedagógico y que sancione efectivamente a quien transgreda . El sector privado tiene la responsabilidad social de diseñar políticas privadas que promuevan la diversidad étnico racial.
Y es deber de la población en general, de todas las creencias, colores, orígenes, la responsabilidad de asumir una conducta autocrítica, reconociendo que nuestras relaciones como sociedad tienen que asumir conductas reflexivas de respeto mutuo para coadyuvar con el fortalecimiento de nuestra Identidad Nacional y por ende con el desarrollo de nuestro país.
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